¿Alguna vez te has preguntado cómo afectan a tu salud los productos que te rodean? En nuestro día a día estamos en contacto con materiales cuya composición puede ser nociva para el ser humano de forma casi imperceptible, como es el caso de las pinturas y barnices.
Estos productos contienen compuestos orgánicos volátiles (COV), metales pesados y formaldehidos que repercuten negativamente en nuestra salud y pueden causar reacciones alérgicas o mareos en exposiciones a corto plazo y lesiones neurológicas y otros efectos psiquiátricos como irritabilidad, falta de memoria o dificultad de concentración en exposiciones más prolongadas.
Como alternativa, se encuentran las pinturas naturales, cuyo principal beneficio es la ausencia de sustancias nocivas en su composición. Estas se componen principalmente de aceites vegetales, óxidos de metales y otros derivados de origen mineral o vegetal, lo cual las hace biodegradables y respetuosas con el medioambiente. Además, este tipo de pinturas permiten la transpiración de los materiales que recubren, previniendo así la aparición de humedades, grietas y desconchones.
Diferencias en la composición de la pintura
Las diferencias entre unas pinturas y otras pueden llegar a ser muy grandes. El perfil de propiedades de una pintura viene determinado por sus «valores internos», es decir, por el ligante, los pigmentos, las cargas y los aditivos que la componen.
El componente más importante y determinante para la calidad de una pintura es el ligante. Su función es la de aglutinar los distintos ingredientes entre sí y, sobre todo, la de garantizar la adherencia de la pintura al soporte. Se distingue entre ligantes inorgánicos (minerales) y orgánicos.
Nuestras pinturas KEIM, por ejemplo, tienen una base completamente mineral. El silicato potásico es un ligante natural que se une químicamente a soportes minerales como la piedra, revoco y hormigón. Mediante ese proceso se genera una unión extremadamente duradera, mucho más resistente que la adherencia meramente superficial de las pinturas de dispersión habituales.
Pinturas de silicato: ventajas y beneficios para nuestra salud
Además de los beneficios para nuestra salud, nuestras pinturas presentan cuatro características principales que las hace perfectas para cualquier tipo de obra, inmueble o proyecto artístico:
Durabilidad
La combinación óptima del silicato potásico líquido como ligante con cargas minerales de origen natural y de pigmentos inorgánicos garantiza la máxima resistencia a la intemperie y una durabilidad sin precedentes, como demuestran numerosas obras centenarias.
Estabilidad de color
Las pinturas en blanco amarillean y los colores en fachadas se desvanecen. Pero esto se puede evitar utilizando pinturas minerales con pigmentos inorgánicos estables a la luz. Los colores de las pinturas minerales KEIM permanecen inalterables durante décadas.
Rentabilidad
Lo barato puede salir muy caro. Precisamente, en el ámbito de la construcción, la calidad ha demostrado ser siempre la mejor solución y la más económica. Las pinturas minerales confieren funcionalidad y estética a las fachadas y las hace más económicas.
Ecología
La composición de nuestras pinturas de silicato con base mineral ofrece extraordinarias ventajas desde el punto de vista ecológico. El silicato potásico utilizado como ligante permite prescindir por completo de sustancias dañinas como disolventes, plastificantes o conservantes.