Hoy celebramos, como cada 5 de marzo, el Día Mundial de la Eficiencia Energética. Y lo hacemos con el objetivo de reflexionar sobre la necesidad de hacer un consumo de energía más racional que nos permita preservar el entorno, los recursos naturales y, al mismo tiempo, ahorrar más.
En este sentido, lo importante es optimizar en la medida de lo posible la energía a través de fuentes más sostenibles como, por ejemplo, las energías renovables, introducir la práctica del reciclaje, utilizar fuentes de energía limpia, así como materiales de construcción alternativos que hagan de nuestras ciudades espacios más habitables y respetuosos con el entorno.
¿Cómo celebrar el Día de la Eficiencia Energética?
Existen muchas maneras de celebrar el Día de la Eficiencia Energética, pero todas ellas servirán de poco si no comenzamos por cambiar nuestra visión del mundo y las posibilidades que nos ofrece.
Si bien la Tierra nos provee de los recursos necesarios para el desarrollo humano, estos recursos son finitos y debemos buscar la forma (tanto individual como colectiva) de utilizarlos de la mejor manera posible. Cada gesto, por pequeño que pueda parecer, es importante para la sostenibilidad de nuestro planeta.
Reciclar, cerrar el grifo mientras nos lavamos las manos o nos cepillamos los dientes, apagar las luces siempre que no se utilicen, hacer un uso moderado de la calefacción y el aire acondicionado… son sólo algunos ejemplos por los que podemos empezar.
En Altermat vamos un paso más allá, y apostamos por materiales de construcción alternativos, naturales y duraderos, que hagan de nuestras viviendas y de los espacios que más transitamos lugares sanos y confortables.
Materiales naturales para ganar en eficiencia energética
A diferencia de lo que generalmente se piensa, construir de forma sostenible no es posible sin el uso de los materiales adecuados. A medida que nos concienciamos por preservar y cuidar nuestro entorno y mejorar nuestra calidad de vida, existe cierta preferencia por aquellos que suponen un bajo consumo energético y provienen de los recursos naturales.
A modo de resumen, para que un material de construcción sea considerado sostenible debería cumplir -en mayor o menor medida- los siguientes aspectos:
- Ser de larga duración.
- No ser contaminante.
- Consumir poca energía.
- Provenir de fuentes renovables.
- Poseer un porcentaje de material reciclado.
- Ser valorizable.
Además, estos materiales no deben afectar en modo alguno a la salud de las personas.
Hacia el estándar Passivhaus en el contexto actual
Teniendo en cuenta que, sólo en Europa, los edificios consumen el 40% de la energía, debemos apostar por edificios sostenibles para reducir la demanda energética. De hecho, la Directiva Europea 2010/31 establece que todos los edificios tienen que ser de consumo casi nulo.
En este contexto, una de las soluciones es rehabilitar bajo el estándar Passivhaus, uno de los más exigentes del mundo en construcción energéticamente eficiente y que supone un ahorro energético de hasta el 90% en comparación con un edificio convencional. Este modelo de construcción aporta grandes ventajas, independientemente del tamaño, uso o complejidad de los edificios, y puede ayudar a resolver los grandes retos que afrontan nuestras ciudades.
En Altermat estamos preparados, contamos con el bagaje y la experiencia necesarias para contribuir a la sostenibilidad y la eficiencia energética con los materiales y el asesoramiento adecuados. ¿Quieres unirte a nosotros? ¡Súmate al cambio por un futuro mejor!